por
Publicado en 23/03/2016 08:00 AM
Número de Visitas: 9402
Viernes, 20 de marzo de 2015.
La respiración y el céfiro del monte se funden en un abrazo febril. Arriba el sol ya amenaza con bañar la sierra con su luz cálida y encendida. Alrededor los árboles bailan al compas del viento y la naturaleza canta la sinfonía de la vida. La música la hacen el correr del agua del arroyo, el chiflido del gorrión, la hojarasca que se rompe bajo la suela de la bota, el crujir de las ramas, el pandero de las hojas, el zumbido de los insectos, el aullido del mono. Pero también están los insonoros impactos de las patitas de las arañas en la piedra, la fricción silenciosa del gusano en la madera, el salto temerario de la famélica garrapata. Y claro que muy en el fondo, donde se juntan la esperanza y el miedo, en la imaginación, un jaguar puja, respira con violencia, arroja resoplidos impetuosos que, junto con la majestuosidad de su pisada en la hierba, hacen temblar de terror y emoción.
El lugar, Campeche. ¿Cuándo? Pronto. Pronto…
Miércoles, 29 de abril de 2015
Llevo dos horas en la aguada, y nada. Son las 8:30 de la mañana.
...