
Se considera como la primera pistola semiautomática que alcanzó éxito mundial. Fue diseñada por el americano Hugo Borchardt quién en Alemania y trabajando bajo contrato para la firma “Ludwig Loewe” la comercializó en 1893.
La “Ludwig Loewe & Company” de Berlín, Alemania, dedicada inicialmente a la producción de maquinaria y herramientas, fue la que produjo la C-93, una pistola semiautomática que Borchardt inventó basándose en el principio de retroceso de masas de la ametralladora Maxim. Borchardt también desarrolló el cartucho 7.65 mm. Borchardt, para su pistola. La Borchardt C-93 fue la primera pistola semiautomática fabricada en cantidad apreciable.


La pistola Borchardt era cara de producir e incómoda de usar, y tenía además un retroceso sorprendentemente potente. Georg Luger estudió el diseño de Borchardt y desarrolló la pistola Luger Parabellum a fines de la década de 1890. El cartucho usado en la pistola Borchardt C-93 fue la base para el diseño del cartucho usado en la pistola Mauser C96 (7.63 mm. Mauser): tenían las mismas dimensiones, pero el 7.63 mm. Mauser es muy potente para ser usado en la Borchard C-93.
Esta arma disponía ya de un cargador separable alojado en la empuñadura, con capacidad para ocho cartuchos, sistema que luego sería adoptado por todas las pistolas posteriores. Su cartucho del 7.65 mm Borchardt, de los llamados de botella, se convertiría más tarde en el famoso 7.63 mm. Mauser de excepcionales dotes balísticos. Se puede decir que con esta arma se inicia el uso militar de la pistola semiautomática, siendo además la predecesora de la famosa Luger.
Su tamaño aparatoso hizo que cayese pronto en el olvido, pero sentó las bases del diseño de armas cortas. El original mecanismo, es un híbrido de la ametralladora Maxim de 1884 y la acción del rifle Winchester con la palanca reducida e invertida para dejar espacio al cargador.


La estética de la Borchardt C-93 es insólita y bastante discutible, pero en ella reside precisamente su atractivo. En cualquier caso, en su época fue una verdadera joya de la mecánica, y todavía hoy los coleccionistas están dispuestos a pagar auténticas fortunas por hacerse con un ejemplar. La producción de esta pistola fue bastante limitada sólo se fabricaron 3,000 unidades, de las cuales la compañía Loewe fabricó 1,100 piezas y Deutsche Waffen und Munitionsfabrik fabricó 1,900 piezas, y esta su producción concluyó en 1899, cuando estaba a punto de empezar la fabricación de la luego célebre Luger P-08.
La pistola de Borchardt tiene la empuñadura colocada justo en el centro, en una posición muy inusual pero obligada por la situación de los mecanismos y por el propio funcionamiento de éstos. Esta empuñadura, además, es completamente recta, perpendicular al resto de del armazón, lo que da como resultado unas líneas decididamente poco ergonómicas pero indispensables para el correcto funcionamiento del cargador, que ha de estar necesariamente en posición vertical. (La Borchardt fue la primera pistola de la historia que tenía la munición alojada en la empuñadura.)
Otro elemento que contribuye al aspecto tan inusual de esta arma es el bulbo trasero que alojaba el gran muelle recuperador de hoja, que constituyó uno de los principales quebraderos de cabeza del inventor alemán. Éste probó diversas configuraciones para esconderlo en el interior del arma, o al menos hacerlo menos notable, poro no tuvo otro remedio que servirse de él.

Cartucho de "botella" cal. 7.65 mm. Borchardt
Era un arma sólo para diestros, ya que el armado se hacía tirando de una palanca, igual que en la Luger P-08, pero a diferencia de ésta, el pestillo no se encontraba a ambos lados del armazón, sino sólo en el izquierdo. De este modo, para poder montar la pistola, un tirador zurdo se veía obligado a cruzar los brazos, arriesgándose a tocar la rótula del cierre. Además, tanto el pulsador de liberación del cargador como el seguro estaban también en el costado izquierdo, y resultaba muy difícil llegar hasta ellos con la mano derecha cuando se empuñaba la pistola con la izquierda.
La pistola se vendía en un estuche de piel que contenía algunos accesorios, como los útiles de limpieza. En la actualidad, por un ejemplar completo y en buena conservación se pueden llegar a pagar 23,000.00 Euros.
El resultado es un arma magnífica para tiro deportivo, pero demasiado grande, cara y delicada para uso militar. Se construyó en cantidad respetable aunque limitada. La rápida evolución del mercado que abrió, convirtió a esta arma en obsoleta al poco tiempo. Sólo 5 años más tarde, por ejemplo, la Mauser presentaba la C-96 Borchardt también experimentó otros calibres, como el 9 mm. Borchardt.
Características:
Fabricante: Inicialmente Ludwig Loewe & company y posteriormente Waffen und Munitionsfabrik,
Ciudad: Berlín,
País: Alemania,
Modelo: Borchardt 1893 o C-93,
Calibre: 7.65 mm. Borchardt,
Longitud del cañón: 165 mm., con cuatro estrías dextrógiras,
Longitud total: 279 mm.,
Peso en vacío: 1,160 g.,
Armazón: De acero fresado,
Funcionamiento: Por retroceso corto del cañón y cierre de rótula (sistema Borchardt-Maxim)
Sistema de disparo: De percutor lanzado, controlado directamente por una leva del disparador,
Seguros: Manual en la cadena de disparo,
Alimentación: Cargador prismático monofila de 8 cartuchos,
Liberación del cargador: Por un pulsador situado en el costado izquierdo del armazón,
Cachas: De madera de nogal, cuadrilladas a mano (tipo petatillo),
Elementos de puntería: Con alza regulable entre los 100 y los 700 m. y punto de mira de hoja montado encima del vuelo del cañón,
Acabado: Disponible sólo en versión pavonada en negro.
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